A la comunidad universitaria

Hacer universidad implica una de las mayores responsabilidades en el proceso de formación de las personas. Forma parte de esa tríada educacional enunciada ya por Aristóteles y ratificada por Hégel y Kant, cuya validez es hoy mucho más evidente cuando se sostiene que por la educación se asciende a la libertad.

Y de eso se trata precisamente, de trabajar en la educación superior para ser más libres, para crear un mundo mejor y más justo, donde el conocimiento, su desarrollo y su difusión no sean propiedad de unos cuantos, sino patrimonio de todos. Donde combinemos la tecnología y hagamos investigación que sea útil a la comunidad a la cual nos debemos; donde en nuestras aulas, laboratorios y talleres, logremos concretar el principio de sociabilidad, y podamos aplicar las modalidades virtuales, presenciales y/o blended, utilizando los medios científicos que nos ofrece el siglo XXI, y, donde seamos cada día más humanos utilizando la tecnología y la innovación para desarrollar la ciencia, considerando a todas las personas, con valores y principios éticos.

Conforme diría F. Mayor Zaragoza: "La fuerza de las alas de la universidad, es enorme..." Yo deseo que las alas de nuestra universidad hagan que, desde la altura, se vea que todos los estudiantes, docentes y administrativos llevan el sello UDI, y que son orgullosos, los unos de emprender y seguir una carrera exitosa; los otros, de aportar con su capacidad para hacer realidad los sueños de construir un universidad de excelencia y de clase mundial.

A toda la comunidad universitaria: los invoco para que trabajemos juntos, unidos en una sola fuerza para lograr mejores días para nuestro país. Santa Cruz, Bolivia y el mundo lo necesitan, aceptemos el reto y seamos conscientes de ello para lograrlo, aportando con nuestro mejor esfuerzo a fin de ir construyendo una sociedad más justa, con libertad, paz y bienestar.